¿Por qué unos triunfan y otros no?

Día soleado, fin del verano, alivio para muchos desgracia para otros. Estoy esperando a cruzar la calle y que el semáforo se ponga en verde. Pasamos 23 años durmiendo según las estadísticas, pero habría que contar cuánto tiempo gastamos esperando al muñequito verde…

Mientras intento pensar en algo para hacer más llevadera la espera, me fijo en un hombre al otro lado, espera a alguien afuera de una tienda. Tose sin parar, parece enfermo y está muy envejecido. Va vestido de negro, fumando como un carretero, envuelto en una nube de humo y casi de lagrimas. Me hace reflexionar sobre la vida. Claramente es alguien con problemas y falta de autoestima, ha perdido la fe. ¿Qué nos hace ser así? ¿Por qué se pierde la ilusión por vivir?

Se pone en verde el semáforo, empiezo a caminar ensimismado en mis pensamientos mientras sigo contemplando al hombre, cuando una mujer pasa justo por delante de él y me despierta. Lleva mucho colores en su ropa, un turbante en la cabeza, otro en la cintura, su amplia sonrisa ilumina la calle. La reflexión se completa: ¿cómo podemos ser tan diferentes? ¿Por qué algunas personas eligen el camino de la ilusión y otros la tristeza? ¿Por qué unos triunfan y otros no?

Recuerdo entonces lo aprendido con mis alumnos y pacientes: MERECIMIENTO.

La clave de todo es sentir que mereces ser feliz, que tienes derecho a vivir la vida de tus sueños. Pero no basta con desearlo, porque entonces todos seríamos felices. Tienes que sentirlo desde el fondo de tu corazón, creerlo.

Escucha lo hermoso que eres por dentro y por fuera, siéntelo en tu corazón. Acepta tus errores porque seguro que los tienes, como todos, pero eso no te hace ser peor persona, al contrario, te mejora. Habla con tus amigos y familia, que te digan piropos y recuerden tus dones. Vive la vida, disfruta de tu ser como nunca antes lo has hecho. Sonríe, comparte, ama. Vístete con muchos colores.

Y recuerda, por si te ha olvidado. Los demás te aman…

¡CÓMO TÚ TE AMAS!